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La expansión de la OTAN hacia el Este es la causa de la crisis en torno a Ucrania

Las tensiones entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos y la Unión Europea, han aumentado, con un grave riesgo de guerra en Ucrania. 

El conflicto en Ucrania no es nuevo, es el resultado de un proceso de expansión contínua de la OTAN. A principios de los años 90, la administración estadounidense de George H.W. Bush aseguró repetidamente que, tras el colapso de la Unión Soviética, Washington no buscaría extender la OTAN a Europa del Este, Asia Central o el Cáucaso.

“Entendemos que no solo para la Unión Soviética sino también para otros países europeos es importante tener garantías”, dijo el entonces secretario de Estado estadounidense James Baker a Mikhail Gorbachev en 1990. “Si Estados Unidos mantiene su presencia en Alemania dentro del marco de la OTAN, ni una pulgada de la actual jurisdicción militar de la OTAN se extenderá en dirección este”.

Sin embargo, desde ese momento, 14 países se han agregado a la lista de miembros de la OTAN, la mayoría de ellos en Europa del Este. Esta política ha sido claramente provocativa, reconocida como tal incluso dentro de los círculos “dominantes” de política exterior estadounidense. Como señaló George Kennan, el arquitecto original de la política exterior de EE. UU. en la Guerra Fría: “expandir la OTAN sería el error más fatídico de la política estadounidense en toda la era posterior a la Guerra Fría”.

Ucrania tiene una importancia geoestratégica particular, dado que comparte una frontera de 2.000 kilómetros con Rusia. En los últimos años, la agresión e interferencia de EE. UU. han servido para convertir a Ucrania en un importante punto álgido de la nueva Guerra Fría. En 2019, EE. UU. se retiró unilateralmente del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1987, lo que aumentó la probabilidad de una carrera armamentista.

El conflicto en Ucrania también tiene un componente económico. Además de las sanciones económicas de EE. UU. y la UE contra Rusia, EE. UU. amenaza con expulsar a las instituciones financieras rusas de la plataforma de pago internacional SWIFT y bloquear la operación del gasoducto Nord Stream 2 ya construido que va desde Rusia a Alemania.

Además de estas tensiones entre estados, dentro de Ucrania, organizaciones armadas explícitamente fascistas han recibido apoyo y reconocimiento oficial dentro del territorio controlado por la administración de Kyiv, representando una amenaza directa a la población de habla rusa que vive en el este del país.

La entrada de Ucrania a la OTAN significaría el establecimiento de misiles, potencialmente con armas nucleares, a solo unos minutos de vuelo de Moscú. Es importante recordar que fue precisamente este tipo de trato el que Estados Unidos no aceptaría, y que de hecho estuvo dispuesto a arriesgarse a una guerra mundial durante la Crisis de los Misiles en Cuba.

El gobierno ruso ha hecho dos propuestas claras para resolver la crisis: primero, que Ucrania nunca se convierta en miembro de la OTAN; segundo, que nunca se desplieguen armas nucleares ni armas convencionales avanzadas en ese país. Al día de hoy, Estados Unidos ha rechazado esas propuestas afirmando que el tema en juego es el derecho soberano de Ucrania a decidir libremente sus propias alianzas militares. Una vez más, esto es hipocresía pura, ya que Estados Unidos se negó a aceptar este argumento durante la Crisis de los Misiles en Cuba. ¿Hay alguna duda sobre cómo reaccionaría Estados Unidos si un país que limita con sus fronteras se uniera a una alianza militar que incluyera a Rusia y China?

La causa de la crisis en torno a Ucrania no es Rusia sino la política de Estados Unidos. Es evidente que Estados Unidos ha estado presionando a varios miembros europeos de la OTAN para unirse a estas acciones peligrosas.

La única solución a esta peligrosa situación es que todas las partes adopten una posición clara de que Ucrania no se convierta en miembro de la OTAN. Esto puede convertirse en un punto de partida de futuras discusiones para aliviar la situación en la región. Si Estados Unidos y la OTAN no cesan en sus acciones agresivas, el mundo continuaría enfrentando una grave amenaza a la paz.

Firme la petición de No a la Guerra Fría y defienda la paz y la cooperación.